ARMANI BAJO CERO
Franco sigue demostrando partido a partido que su altísimo rendimiento no es algo aislado. Nuevamente fue el responsable de que River no recibiera goles con (nuevamente) atajadas imponentes, y acumula mas de 360 minutos sin recibir goles.
Había que ganar de visitante para recuperar los puntos no obtenidos de local. River cumplió con la premisa y para todos fue alivio y satisfacción saber que de no conseguirlo, la clasificación se ponía en un serio jaque. Sin embargo, el nivel del equipo fue bajo, sobre todo el segundo tiempo cuando Emelec empujó al conjunto millonario hacia su propio arco.
A pesar de contar con una defensa dentro de todo ordenada y un rival carente de ideas, cuando te llevan a tu propio arco es dificil soportar tanto tiempo consecutivo sin cometer fallas y que la pelota entre. El de ayer fue un partido de esos. Y si la pelota no entró, fue por el enorme arquero que tiene River. A falta de nada para el cierre de partido, con una ubicación perfecta, atinó para que lado iba a salir el remate y contuvo de vuelta una bala que iba a dejar malherido a river si llegaba a entrar.
Y ese atino del arquero no fue casual. Armani tiene la virtud de la ubicación. Siempre está en la posición en la que tiene que estar para que, no importa donde definan, él llega. Tiene esa gran virtud y la explota al máximo. Posee una gran lectura de las jugadas y en que pueden llegar a terminar. Se anticipa a la misma.
Reflejo de esto fue el tiro libre que, tapado por propios y ajenos, contuvo casi sin tener que moverse de su ubicación, producto de ser esta la adecuada en relación rematador/barrera/palo propio.
Y mas atrás, volviendo al primer tiempo, en el mano a mano desde 3/4 de mitad de cancha, honestamente ¿No era mayor la tranquilidad de que Armani la atajara a que terminara en gol? La realidad es que yo sentía eso. En una jugada donde el 90% podría tener ojos derrotistas, Armani reduce ese porcentaje considerablemente.
Nuevamente el armonioso y tranquilo arquero de River dejó el arco bajo cero.