VIEJAS LOCAS
El título de esta canción dista un poco de la del “Pity” Alvarez. En vez de “Todo sigue igual”, la canción del “Pity” de River es: “Todo ha cambiado”. La actualidad de Gonzalo Martínez en el club de Nuñez es casi perfecta. Una pieza fundamental en la estructura. Una pieza que cuando no está, el producto final dista claramente del original.
Y más allá de su perseverancia del jugador, hay una persona que tiene casi tanto que ver con este presente como él. Ya todos lo conocen, es Marcelo Gallardo. Cualquier otro individuo, allegado al mundo River, en algún periodo del Mendocino en el club dijo: “si llega una oferta medianamente decente hay que negociarlo urgente”.
Es que el hincha (de fútbol, no solo de River) si algo no tiene, es paciencia. Mucho menos, el fanático de un club acostumbrado a grandes figuras con la 10 en la espalda. El muñeco le habrá hecho entender que somos así, como unas viejas locas. Que vamos a protestar por todo lo que pase en el barrio.
Pero también le habrá hecho saber, a un pibe que se queja de estas chismosas que lo reniegan por todo, que por algo debe ser. Seguramente le explicó hasta el hartazgo, que si hace las cosas que le pide dentro de la cancha, poco a poco las señoras van a tener cada vez menos de que hablar. En el fobal, de la locura a la cordura hay sólo unos cuantos buenos rendimientos de distancia.
Hoy la vida le sonríe a todos. Mucho más después de la noche consagratoria del 14 de Marzo. Ya había sido importante en otros superclásicos. Pero en este, junto con Armani, fueron las figuras preponderantes de uno de los partidos más importantes en la historia del fútbol argentino. Esa noche fue el punto final a la discusión: ¿Pity, si o no?
A la rapidez y agilidad que mostró desde que desembarcó en la banda, a este último tiempo le agregó buenas decisiones. Que es justamente lo que se le reclamaba tanto. Está en un momento en cual suele hacer lo que la jugada le pide. La cualidad fundamental, que parece la más simple de realizar pero que en realidad es la más difícil, para ser un buen futbolista.
Hace un tiempo escribí una columna sobre Martínez en la que mencionaba que poco a poco se comenzaba a ver la madurez en este jugador. Que solo le faltaba regularidad para ser un gran jugador de fútbol. Bueno, claramente en este año ya podemos decir, sin ninguna duda, que Gonzalo Martínez finalmente consiguió eso que le faltaba.
Tal es el crecimiento y la confianza que generó, que el club está realizando las gestiones necesarias para elevar su cláusula de rescisión. En este momento tasada en 15 millones de euros, la idea es elevarla a 22. Tal es el crecimiento, que ahora las viejas locas aplaudimos de pie al 10 de River, aplaudimos de pie al pibe que antes insultábamos. Y eso, más allá de Gallardo, es todo mérito del Pity.