Somos campeones otra vez...!

Así es señoras y señores, en la noche primaveral de la ciudad, de Núñez salio un nuevo campeón. Llegó el quinto título internacional en la Era Gallardo y el décimo en la rica historia Riverplatense. Con goles de Driussi y Alario, el conjunto millonario obtuvo el bicampeonato de la Recopa Sudamericana. Se respiraba buen augurio, y no precisamente por la brisa que llegaba del Río de La Plata, sino porque después de aproximadamente 100 días, River volvía a jugar en casa y nada más y nada menos que una final, así es, otra final, sin lugar a dudas nuestro Napoleón no deja de reinventarse. El marco era sensacional para recibir al equipo, un mosaico de cartulinas con las iniciales del Club se hacían presentes en la San Martín alta, recibimiento épico, así como el del 96, como el del 2015 o como cuando nos cruzamos con ellos por Sudamericana y Libertadores. Esos recibimientos que quedan grabados en tu cabeza y en tu corazón, los cuales el día de mañana les vas a contar a tus hijos o a tus nietos, esos momentos que de solo recordarlos te hacen poner la piel de gallina. El famoso "Muñecoooo Muñecoooo" caía desde las 4 direcciones y Marcelo, repleto de humildad respondía el saludo de todos nosotros con sus brazos en alto. La orden del juez y el partido en marcha, como le tiemblan las piernas a los visitantes cuando 60 mil almas hacen del Monumental un infierno encantador, jugada rápida, la agarra el Pity, desborda y tira un centro al corazón del área, ahí donde los arqueros y los defensores se llenan de dudas y los delanteros de goles, aparición de Driussi que le rompe el arco a Robinson Zapata y desata la locura. 3 minutos y 1 a 0 arriba, el equipo con Ponzio y Nacho como ejes se hizo amo y señor del partido, tocaba, gustaba y en la cancha solamente parecía haber un equipo. Un gran primer tiempo en lo colectivo y con algún que otro detalle para mejorar de cara a lo que viene. Últimos 45, metamos uno mas así estamos más tranquilos, los colombianos con más ganas que fútbol se arrimaban al arco defendido por Batalla. Pediste goles? Entonces anotamelo a Alario, que parece no tener techo, que sigue fascinando a los hinchas y que con esfuerzo, sacrificio y goles se ganó merecidamente el respeto y el cariño de todos nosotros. 2 a 0, era cuestión de que los minutos concluyan y seamos campeones nuevamente, pero claro, falta el capítulo del sufrimiento y el dramatismo, descuento cafetero y las cosas 2 a 1 a falta de 25 minutos, el desgaste se empieza a notar, pero se juega con el corazón, y ahí, entre medio de divididas y un par piernas de jugadores rivales esta nuestro capitán, entregando el alma en cada pelota. Terminalo Hermano, terminalo que no se aguanta más, pitido final y los abrazos incontenibles con quien se te cruze por al lado, la alegría mezclada con llanto por otra vez, ver al club de tus amores, en lo más alto del continente. Las ovaciones y los aplausos para cada uno de nuestros players que anoche nos regalaron otra vuelta olímpica, pero por supuesto el reconocimiento más grande, para Marcelo, el hombre elegido para hacer historia y de la grande, ahí, tocandole la puerta a Labruna y Ramón en la meca de Técnicos. Nos espera un semestre difícil, con un torneo Argentino que cada día es más parejo y una copa Argentina que se la puede llevar cualquiera, es bueno arrancar de esta manera, ganando, obteniendo confianza, e ir despacio pero a pasos firmes, la vara esta alta y tanto jugadores, cuerpo técnico y dirigentes deberán a estar a la altura. River, dejame decirte algo, yo te quiero, yo te llevo adentro de mi corazón, y te doy las gracias por estas alegrías, de salir primero, DE SALIR CAMPEÓN...! Ariel Hernan Abelenda